Los amantes del cine siempre buscan una nueva experiencia. Una película que les sorprenda y que, de algún modo, logre mantenerlos con la mirada puesta en la pantalla. Incluso que cada uno de los guiños y secretos estén bien guardados hasta un segundo o tercer visionado. Y para ello, no hay nada mejor que la ganadora de los Óscar, Parásitos.
Este nombre se ha convertido en uno de los grandes referentes dentro del cine. Y no es de extrañar puesto que la película cuenta con todos los elementos para posicionarse en el top. Y es que, aunque durante su primera hora puede parecer tener un camino bien definido en la comedia, pronto esto cambia. Todo con un giro de guión muy bien hilado y perfecto para sorprender.
Parásitos, una historia familiar sin igual
La historia parte de una familia pobre que malvive en un semisotano de Seúl. Y es que, a medida que vamos viendo su día a día, la familia sufre todo tipo de impedimentos. Con borrachos que utilizan las cercanías de su hogar como “baño improvisado”. E incluso inundaciones a causa de la lluvia que no pueden evitar fácilmente o que, directamente, no pueden impedir.
Pero todo esto cambia con la llegada de un amigo del hijo de Ki-taek, la madre de esta peculiar familia. Este convence a su amigo para dar clases particulares en una casa de ricos. Aunque, para ello, tendrá que mentir un poco para poder convencerlos de que se trata de un estudiante de universidad. Por lo que aquí comienza la disparatada propuesta de esta película.
Nada es lo que parece con esta familia
Poco a poco, el hijo de esta peculiar familia comienza a hilar una trama “perfecta”. Todo con un proceso que acaba provocando que toda la familia acabe trabajando en el hogar. Aunque eso está por cambiar un día que la antigua ama de llaves regresa al hogar con la intención de recuperar algo que se le olvidó al marchar. Un elemento de lo más sorprendente e inesperado.
He aquí donde todo este cúmulo de mentiras y una historia compleja revienta de todas las formas posibles. Y es precisamente este entresijo de historias, humor y tensión lo que convierte a Parásitos es una obra maestra. Un peculiar largometraje que le ha hecho alcanzar un buen número de premios. Y que sin duda, se mantendrá para la historia del cine.
Otras películas que no te puedes perder
Tras conocer la sorprendente acción de Parásitos, llega el momento de navegar un poco más en el mundo del cine. Y es que los directores están dispuestos a dejarnos con todo tipo de obras de lo más inesperadas. A continuación te mostramos dos opciones que no puedes perderte y que han logrado conquistar a un buen número de aficionados.
Baby Driver es una de las grandes inesperadas. Y es que, mientras que puedes observar a un joven conduciendo a gran velocidad y siendo todo un as en su trabajo, la historia va un paso más allá. Con todo un secreto y variados elementos que muestran que el trabajo es, cuanto menos, ilegal, te presenta una historia que no te puedes perder.
Cuando pensamos en las películas de Quentin Tarantino, nos podemos esperar cualquier cosa. Todo tipo de componentes que nos hagan llegar a una espectacular película. Pues este es el caso de Érase una vez en Hollywood. Una sorprendente obra que cuentan con grandes actores como Leonardo Dicaprio y Brad Pitt.